Esos "grados de separación" de los que habla Yoel, protagonista del cortometraje DVD, son un popular pasatiempo con el que seguramente muchos de nosotros nos hemos entretenido alguna vez. ¿Cómo de "cerca" están Chiquito de la Calzada y Sylvester Stallone? ¿Cuántas películas separarán a Buster Keaton de Paris Hilton? (*) La gracia de todo esto está en encontrar las conexiones ayudándose únicamente de la memoria, encontrando rápidamente caminos de tres o cuatro pasos, pero como no todos tenemos una IMDB en nuestro cerebro, puede resultarnos útil esta página que probablemente ya conozcas si eres un maldito freak de internet. Resulta extremadamente difícil encontrar conexiones de más de 3 pasos entre actrices o actores mínimamente relevantes, pero alguna hay.
Todo esto venía a cuento de aquel fragmento de DVD, de Ciro Altabás, un cortometraje español que se puso de moda hace algunos meses, obteniendo un considerable éxito entre la crítica y un buen número de premios que puedes consultar en su autofelatorio blog. Con todo esto, no deja de ser un pobre y prescindible homenaje al "frikismo", ese trilladísimo concepto que espero que muy pronto termine desterrándose por completo de la memoria colectiva de los españoles a los que tanto daño ha hecho esta estúpida moda. En todo caso, si crees que vas a ganar algo con ello, puedes ver el corto completo en Google Video.
Lo más interesante del corto es sin duda la breve aparición de Fernando Esteso, icono de la televisión y el cine de la España de la Transición que se mantuvo apartado del mundo del espectáculo durante muchos años. En concreto desde que ejerciera de presentador en la entrañable cadena Tetacinco, otro mito de nuestra cultura popular, en este caso enmarcado los primeros años 90. Repudiado por una crítica que nunca supo valorar el exacerbado "bizarrismo" de sus actuaciones junto a Andrés Pajares, Antonio Ozores o Juanito Navarro, no podemos escapar al hecho de que Esteso y todos los demás ocupan un lugar relevante dentro de la historia de la cultura popular de este país y que más de dos décadas después continúan exhibiéndose sus películas en televisión para disfrute de un buen puñado de seguidores, que incluso hace un par de semanas decidieron hacerle un pequeño homenaje: El Día de Fernando Esteso.
Sí, todos sabemos que artísticamente y según los cánones habituales aquellas películas eran una bazofia, pero ya dije antes cuál era la clave que convertía a Esteso en un genio: bizarrismo (muy pronto la RAE terminará aceptando esta palabra, estoy seguro).